Qué necesitas saber sobre la protección solar

Los productos de protección solar de Lush están de vuelta. Durante todo este tiempo, el debate en torno a la protección solar ha estado bien encendido debido a publicaciones del mundo de la belleza con información errónea y consejos provenientes de las redes sociales. ¿Hace falta realmente llevar protección solar todos los días para proteger la piel del envejecimiento? ¿Tenemos que llevarla en interiores? La formuladora y cofundadora de Lush, Helen Ambrose, nos habla sobre crear un producto para cada necesidad, mientras que el catedrático Brian Diffey, autor del libro Sun Protection: a risk management approach, separa la realidad de la ficción.

Advertencia de contenido: este artículo cuenta con información referente al cáncer de piel.

En las últimas décadas, hemos pasado de ponernos aceites bronceadores a aplicarnos religiosamente cremas de día con FPS (Factor de Protección Solar, o SPF en inglés). Sin embargo, tras haber asesorado a organismos como la Organización Mundial de la Salud sobre la exposición al sol y la salud de la piel, el catedrático Diffey se muestra frustrado por la información errónea sobre protección solar en el dominio público.

«Tengo una frase aquí que dice: “Pregúntale a cualquier celebridad o dermatólogo/a y te dirá que deberíamos ponernos protección solar en la cara durante todo el año”», dice. «Y la verdad es que hay muchos dermatólogos y dermatólogas que lo defienden; esa también es la postura de la British Association of Dermatologists. He leído otro punto de vista hace poco del dirigente de educación de una empresa de dermatología y, por increíble que parezca, decía: “Recuerda que el nivel UVA es constante desde el amanecer hasta el anochecer durante todo el año”. Es algo que no tiene ningún tipo de sentido, pero estos mitos acaban calando. Me encantaría que alguna empresa pusiera en tela de juicio esta información errónea».

En contra de la moda exposición nula al sol

Aparece en escena la cofundadora de Lush, Helen Ambrose. Durante años, ha seguido la postura sensata de Diffey respecto a la protección solar y quiere asegurarse de que los clientes de Lush no tengan solamente productos efectivos, sino asesoramiento riguroso en los casos pertinentes.

«Sería muy fácil añadir uno o dos filtros solares a una crema de día, cosa que hace el resto de la industria», explica. «Sin embargo, hemos seguido el camino del catedrático Diffey, que es no mezclar la rutina de día con la protección solar. Esto ha resultado ser una guía de mucha ayuda en cuanto a formulaciones se refiere. Asimismo, venderemos nuestros productos solares en las tiendas solo por temporadas; así no estaremos ofreciendo a los clientes algo que no necesitan en invierno. Ahora bien, aquellos mercados que estén expuestos a unos niveles altos de UV durante todo el año, venderán estos productos según sus necesidades, y también tendremos estos productos disponibles online para los turistas».

Se trata de una postura notablemente diferente a la del resto de las empresas de la industria de la belleza; una postura que se basa en la veteranía del catedrático Diffey. Pero ¿de dónde cree él que proviene esta información equivocada de la exposición al sol? Diffey explica que, a menudo, la valiosa experiencia de los físicos no está presente en las conversaciones sobre protección solar en la industria de la belleza.

«Cuando pensamos en protegernos del sol, estamos hablando de un proceso que tiene dos etapas bien diferenciadas», dice. «La primera etapa es saber cuánto sol recibimos realmente, y para ello acudimos a la física y a la climatología. Después, tenemos que preguntarnos qué daño en la piel puede tener tal nivel de exposición. Y ahí es cuando necesitamos la experiencia de los dermatólogos y los biólogos. Conocer los niveles que estamos recibiendo es muy importante porque el mismo consejo no es aplicable en un día oscuro de invierno que en uno soleado de verano. Creo que el principal error que se comete es que los periodistas se acercan con frecuencia a expertos de otro campo, y les preguntan cosas fuera de su alcance, pero ellos se sienten obligados a contestar. Eso ha dado lugar a que los mitos se propaguen y a lo que yo llamo «defensa equivocada».

Razones para usar la protección solar con sensatez

Diffey también se refiere a que el uso innecesario de protección solar es verdaderamente dañino para el planeta y podría serlo también para la salud humana. «La función principal de la protección solar es evitar que nos quememos, pero la industria de la belleza se ha aferrado a que es una necesidad diaria, incluso en los meses de invierno. No hace falta y probablemente es perjudicial para la mayoría de la gente que no vive en zonas con altos niveles UV durante la mayor parte del año. No deberíamos perseguir una exposición nula al sol, es decir, esa actitud que tienes de proteger tu piel del sol salvo que el clima o el estilo de vida te lo exijan, o salvo que tengas una condición médica que te haga más susceptible a la radiación UV. Hemos de encontrar un equilibrio en la gestión de los beneficios y los perjuicios de la exposición solar».

Valorar las ventajas y los inconvenientes de la protección solar también es algo que Helen ha pensado. Durante décadas, tanto ella como Mark Constantine, también cofundador de Lush, han debatido sobre si formular o no protección solar, pues sabían que era una medida importante de salud pública pero, al mismo tiempo, se preocupaban por el impacto medioambiental y por los posibles efectos secundarios en la salud humana. Por suerte, gracias a sofisticados exámenes in vitro realizados por el laboratorio XcellR8, que nunca usan animales, Helen se siente segura a la hora de formular. «Testar los protectores solares en modelos de células humanas nos ha dado información que es mucho más relevante para la exposición humana que los datos de testado animal, lo que significa que podemos estar tranquilos, porque nuestros productos de protección solar son seguros. Y esto lo hemos hecho sin ninguna participación animal», explica.

Encuentra un protector solar que te guste y aplícalo generosamente

A Helen también le gusta ofrecer productos que sean agradables a la hora de usarlos para que así los clientes se los apliquen generosamente cuando haga falta. The Sunblock (FPS 30) es una barrita sólida y autoconservante diseñada para usarse en la ducha; de esta forma nos aseguramos de que toda la piel está bien cubierta antes de exponernos al sol. Powdered Sunshine (FPS 15) es un protector solar en polvo ideal para quienes odian la sensación untuosa de las cremas solares convencionales. Million Dollar Sun Cream (FPS 30) contiene ingredientes buenísimos para el cuidado de la piel y un pigmento que refleja la luz para un brillo sutil y lucir un buen aspecto. Estos son solo los primeros productos de todo lo que está por venir, y siempre teniendo en mente que Helen es muy consciente de que la facilidad a la hora de usarlos es igual de importante que el FPS en la etiqueta.

«Sabemos que la gente usa menos protección solar de la que cree, lo cual es un problema si sale y se expone al sol pensando que está bien protegida. Así pues, lo que queremos de verdad es que los clientes encuentren un producto que les encante para que lo utilicen generosamente, se lo apliquen con regularidad y que lo combinen con sombra, sombrero y ropa protectora», dice.

Cómo saber tus necesidades de protección solar

No existe una regla que sirva para todo el mundo, pero, por suerte, Brian tiene algún que otro consejo para que cada persona pueda saber lo que necesita. «Para averiguar qué necesitas en términos de protección solar, deberías tener en cuenta dónde estás, la época del año, cuánto tiempo vas a estar fuera y lo sensible que seas al sol (a esto se le llama tipo de piel reactiva al sol)», explica. «Calculamos que, para la mayoría de la gente que disfruta de unas vacaciones soleadas, un protector solar de FPS 30 debería ser suficiente para prevenir las quemaduras, sobre todo si se usa con sombra y ropa en las horas de más calor. Cuanto más cerca vivas del ecuador, más tienes que pensar en la protección solar durante todo el año, en términos de comportamiento, de ropa, de buscar la sombra y de usar protección».

Explica que el sol puede quemar o dañar cualquier tipo de piel, pero el momento en el que empieza la sobreexposición, ese daño varía en función del color de piel. «Hablando de forma general, las personas negras son de 7 a 10 veces menos susceptibles a la exposición UV que las personas blancas aunque, obviamente, la susceptibilidad individual cambia según la cantidad de eumelanina y feomelanina (las distintas formas químicas de la melanina) en la piel. Es importante resaltar que la gente de piel oscura también puede quemarse cuando la exposición UV es alta y prolongada, de manera que buscar la sombra, cubrirse y usar protector solar sigue siendo importante en estos casos».

«Otra consideración importante, sin embargo, es que la gente negra es más propensa al déficit de vitamina D, dado que la mayor parte de ella se produce cuando nos exponemos al sol. Dicho esto, animar encarecidamente a una persona negra a que se ponga protección solar no es recomendable, sobre todo si vive en el norte de Europa, porque necesita estar al sol más tiempo que una persona blanca para generar la misma cantidad de vitamina D».

Conoce las señales de las quemaduras

Conocer las señales de la sobreexposición puede ayudar a evitarla. En pieles pálidas, las quemaduras pueden ser rosas o rojas. En pieles más oscuras, la sobreexposición puede desembocar en un oscurecimiento inmediato del pigmento, que se manifiesta en color gris o ceniza. La piel quemada de cualquier tipo de persona está más sensible y caliente y puede pelarse. Sírvete de las tres herramientas de defensa (sombra, ropa protectora y protector solar) para cuidar la piel y reducir el riesgo de cáncer y fotoenvejecimiento.

«La protección solar tiene un papel de salud pública real», dice el catedrático Diffey. «No solo va a ahorrarte las quemaduras si la aplicas correctamente y si te comportas con cabeza a la hora de exponerte al sol, sino que también, y de esto hay bastantes pruebas, reducirá el riesgo de cáncer de piel, el cáncer más común en humanos. Por el contrario, si se usa inadecuadamente, puede poner en un brete la producción de vitamina D, y se han registrado casos de alergias de contacto y absorción sistémica. Asimismo, hay problemas medioambientales que también conciernen a los protectores solares, dado que dañan los arrecifes de coral y la vida marina, ya sea porque se desprenden del cuerpo de la gente mientras nada o por verter las aguas residuales al océano. Así pues, los protectores solares tienen el potencial de provocar efectos perjudiciales tanto en los humanos como en el medio ambiente y, precisamente por este motivo, es importante dar con un equilibrio adecuado. Esto no significa que no se utilicen, pero sí que se haga cuando sean necesarios».

Hay una cosa más que Diffey quiere aclarar: «No tienes que ponerte crema solar en interiores», dice. «La cantidad de UV que recibes dentro de un edificio es absolutamente trivial, salvo que trabajes en un invernadero».

Buenas noticias para tu piel, para tu bolsillo y para el planeta.

 

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Cómo aborda Lush la protección solar

Qué necesitas saber sobre la protección solar

Los productos de protección solar de Lush están de vuelta. Durante todo este tiempo, el debate en torno a la protección solar ha estado bien encendido debido a publicaciones del mundo de la belleza con información errónea y consejos provenientes de las redes sociales. ¿Hace falta realmente llevar protección solar todos los días para proteger la piel del envejecimiento? ¿Tenemos que llevarla en interiores? La formuladora y cofundadora de Lush, Helen Ambrose, nos habla sobre crear un producto para cada necesidad, mientras que el catedrático Brian Diffey, autor del libro Sun Protection: a risk management approach, separa la realidad de la ficción.

Advertencia de contenido: este artículo cuenta con información referente al cáncer de piel.

En las últimas décadas, hemos pasado de ponernos aceites bronceadores a aplicarnos religiosamente cremas de día con FPS (Factor de Protección Solar, o SPF en inglés). Sin embargo, tras haber asesorado a organismos como la Organización Mundial de la Salud sobre la exposición al sol y la salud de la piel, el catedrático Diffey se muestra frustrado por la información errónea sobre protección solar en el dominio público.

«Tengo una frase aquí que dice: “Pregúntale a cualquier celebridad o dermatólogo/a y te dirá que deberíamos ponernos protección solar en la cara durante todo el año”», dice. «Y la verdad es que hay muchos dermatólogos y dermatólogas que lo defienden; esa también es la postura de la British Association of Dermatologists. He leído otro punto de vista hace poco del dirigente de educación de una empresa de dermatología y, por increíble que parezca, decía: “Recuerda que el nivel UVA es constante desde el amanecer hasta el anochecer durante todo el año”. Es algo que no tiene ningún tipo de sentido, pero estos mitos acaban calando. Me encantaría que alguna empresa pusiera en tela de juicio esta información errónea».

En contra de la moda exposición nula al sol

Aparece en escena la cofundadora de Lush, Helen Ambrose. Durante años, ha seguido la postura sensata de Diffey respecto a la protección solar y quiere asegurarse de que los clientes de Lush no tengan solamente productos efectivos, sino asesoramiento riguroso en los casos pertinentes.

«Sería muy fácil añadir uno o dos filtros solares a una crema de día, cosa que hace el resto de la industria», explica. «Sin embargo, hemos seguido el camino del catedrático Diffey, que es no mezclar la rutina de día con la protección solar. Esto ha resultado ser una guía de mucha ayuda en cuanto a formulaciones se refiere. Asimismo, venderemos nuestros productos solares en las tiendas solo por temporadas; así no estaremos ofreciendo a los clientes algo que no necesitan en invierno. Ahora bien, aquellos mercados que estén expuestos a unos niveles altos de UV durante todo el año, venderán estos productos según sus necesidades, y también tendremos estos productos disponibles online para los turistas».

Se trata de una postura notablemente diferente a la del resto de las empresas de la industria de la belleza; una postura que se basa en la veteranía del catedrático Diffey. Pero ¿de dónde cree él que proviene esta información equivocada de la exposición al sol? Diffey explica que, a menudo, la valiosa experiencia de los físicos no está presente en las conversaciones sobre protección solar en la industria de la belleza.

«Cuando pensamos en protegernos del sol, estamos hablando de un proceso que tiene dos etapas bien diferenciadas», dice. «La primera etapa es saber cuánto sol recibimos realmente, y para ello acudimos a la física y a la climatología. Después, tenemos que preguntarnos qué daño en la piel puede tener tal nivel de exposición. Y ahí es cuando necesitamos la experiencia de los dermatólogos y los biólogos. Conocer los niveles que estamos recibiendo es muy importante porque el mismo consejo no es aplicable en un día oscuro de invierno que en uno soleado de verano. Creo que el principal error que se comete es que los periodistas se acercan con frecuencia a expertos de otro campo, y les preguntan cosas fuera de su alcance, pero ellos se sienten obligados a contestar. Eso ha dado lugar a que los mitos se propaguen y a lo que yo llamo «defensa equivocada».

Razones para usar la protección solar con sensatez

Diffey también se refiere a que el uso innecesario de protección solar es verdaderamente dañino para el planeta y podría serlo también para la salud humana. «La función principal de la protección solar es evitar que nos quememos, pero la industria de la belleza se ha aferrado a que es una necesidad diaria, incluso en los meses de invierno. No hace falta y probablemente es perjudicial para la mayoría de la gente que no vive en zonas con altos niveles UV durante la mayor parte del año. No deberíamos perseguir una exposición nula al sol, es decir, esa actitud que tienes de proteger tu piel del sol salvo que el clima o el estilo de vida te lo exijan, o salvo que tengas una condición médica que te haga más susceptible a la radiación UV. Hemos de encontrar un equilibrio en la gestión de los beneficios y los perjuicios de la exposición solar».

Valorar las ventajas y los inconvenientes de la protección solar también es algo que Helen ha pensado. Durante décadas, tanto ella como Mark Constantine, también cofundador de Lush, han debatido sobre si formular o no protección solar, pues sabían que era una medida importante de salud pública pero, al mismo tiempo, se preocupaban por el impacto medioambiental y por los posibles efectos secundarios en la salud humana. Por suerte, gracias a sofisticados exámenes in vitro realizados por el laboratorio XcellR8, que nunca usan animales, Helen se siente segura a la hora de formular. «Testar los protectores solares en modelos de células humanas nos ha dado información que es mucho más relevante para la exposición humana que los datos de testado animal, lo que significa que podemos estar tranquilos, porque nuestros productos de protección solar son seguros. Y esto lo hemos hecho sin ninguna participación animal», explica.

Encuentra un protector solar que te guste y aplícalo generosamente

A Helen también le gusta ofrecer productos que sean agradables a la hora de usarlos para que así los clientes se los apliquen generosamente cuando haga falta. The Sunblock (FPS 30) es una barrita sólida y autoconservante diseñada para usarse en la ducha; de esta forma nos aseguramos de que toda la piel está bien cubierta antes de exponernos al sol. Powdered Sunshine (FPS 15) es un protector solar en polvo ideal para quienes odian la sensación untuosa de las cremas solares convencionales. Million Dollar Sun Cream (FPS 30) contiene ingredientes buenísimos para el cuidado de la piel y un pigmento que refleja la luz para un brillo sutil y lucir un buen aspecto. Estos son solo los primeros productos de todo lo que está por venir, y siempre teniendo en mente que Helen es muy consciente de que la facilidad a la hora de usarlos es igual de importante que el FPS en la etiqueta.

«Sabemos que la gente usa menos protección solar de la que cree, lo cual es un problema si sale y se expone al sol pensando que está bien protegida. Así pues, lo que queremos de verdad es que los clientes encuentren un producto que les encante para que lo utilicen generosamente, se lo apliquen con regularidad y que lo combinen con sombra, sombrero y ropa protectora», dice.

Cómo saber tus necesidades de protección solar

No existe una regla que sirva para todo el mundo, pero, por suerte, Brian tiene algún que otro consejo para que cada persona pueda saber lo que necesita. «Para averiguar qué necesitas en términos de protección solar, deberías tener en cuenta dónde estás, la época del año, cuánto tiempo vas a estar fuera y lo sensible que seas al sol (a esto se le llama tipo de piel reactiva al sol)», explica. «Calculamos que, para la mayoría de la gente que disfruta de unas vacaciones soleadas, un protector solar de FPS 30 debería ser suficiente para prevenir las quemaduras, sobre todo si se usa con sombra y ropa en las horas de más calor. Cuanto más cerca vivas del ecuador, más tienes que pensar en la protección solar durante todo el año, en términos de comportamiento, de ropa, de buscar la sombra y de usar protección».

Explica que el sol puede quemar o dañar cualquier tipo de piel, pero el momento en el que empieza la sobreexposición, ese daño varía en función del color de piel. «Hablando de forma general, las personas negras son de 7 a 10 veces menos susceptibles a la exposición UV que las personas blancas aunque, obviamente, la susceptibilidad individual cambia según la cantidad de eumelanina y feomelanina (las distintas formas químicas de la melanina) en la piel. Es importante resaltar que la gente de piel oscura también puede quemarse cuando la exposición UV es alta y prolongada, de manera que buscar la sombra, cubrirse y usar protector solar sigue siendo importante en estos casos».

«Otra consideración importante, sin embargo, es que la gente negra es más propensa al déficit de vitamina D, dado que la mayor parte de ella se produce cuando nos exponemos al sol. Dicho esto, animar encarecidamente a una persona negra a que se ponga protección solar no es recomendable, sobre todo si vive en el norte de Europa, porque necesita estar al sol más tiempo que una persona blanca para generar la misma cantidad de vitamina D».

Conoce las señales de las quemaduras

Conocer las señales de la sobreexposición puede ayudar a evitarla. En pieles pálidas, las quemaduras pueden ser rosas o rojas. En pieles más oscuras, la sobreexposición puede desembocar en un oscurecimiento inmediato del pigmento, que se manifiesta en color gris o ceniza. La piel quemada de cualquier tipo de persona está más sensible y caliente y puede pelarse. Sírvete de las tres herramientas de defensa (sombra, ropa protectora y protector solar) para cuidar la piel y reducir el riesgo de cáncer y fotoenvejecimiento.

«La protección solar tiene un papel de salud pública real», dice el catedrático Diffey. «No solo va a ahorrarte las quemaduras si la aplicas correctamente y si te comportas con cabeza a la hora de exponerte al sol, sino que también, y de esto hay bastantes pruebas, reducirá el riesgo de cáncer de piel, el cáncer más común en humanos. Por el contrario, si se usa inadecuadamente, puede poner en un brete la producción de vitamina D, y se han registrado casos de alergias de contacto y absorción sistémica. Asimismo, hay problemas medioambientales que también conciernen a los protectores solares, dado que dañan los arrecifes de coral y la vida marina, ya sea porque se desprenden del cuerpo de la gente mientras nada o por verter las aguas residuales al océano. Así pues, los protectores solares tienen el potencial de provocar efectos perjudiciales tanto en los humanos como en el medio ambiente y, precisamente por este motivo, es importante dar con un equilibrio adecuado. Esto no significa que no se utilicen, pero sí que se haga cuando sean necesarios».

Hay una cosa más que Diffey quiere aclarar: «No tienes que ponerte crema solar en interiores», dice. «La cantidad de UV que recibes dentro de un edificio es absolutamente trivial, salvo que trabajes en un invernadero».

Buenas noticias para tu piel, para tu bolsillo y para el planeta.

 

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