Los productos frescos son sinónimo de Lush, pues son la esencia de nuestra filosofía. Fresco y hecho a mano no son sólo las palabras que definen a nuestros productos, sino a todo nuestro modelo de negocios.

Comerse una manzana recién arrancada de la rama de un árbol es sin duda lo más sano para tu cuerpo… Los cosméticos frescos y hechos a mano son muy parecidos a la comida en ese sentido: cuanto más frescos y recientes, más nutrientes aportan a tu piel. Los ingredientes frescos de calidad son mucho más nutritivos y reaccionan de una forma mucho más efectiva sobre la piel, el pelo y la mente que todos esos productos de belleza que, aunque duran mucho más, están llenos de conservantes. Los ingredientes en crudo y frescos que aún no se han descompuesto o han envejecido contienen propiedades ACTIVAS, especialmente las vitaminas, los minerales y las enzimas, que poseen maravillosos beneficios. Los aceites esenciales son además mucho más potentes y efectivos cuando han sido recién exprimidos de la planta o de la flor.

Por aquel entonces, los químicos sintéticos ganaban terreno a los ingredientes naturales y en Lush decidimos enfrentar estas “fórmulas milagrosas” de los 90. Desde ese momento no hemos dejado de hacerlo. Y no es para menos, la frescura de los productos es la esencia de la filosofía Lush.

En Lush llevamos muchos años trabajando con productos frescos y tenemos una vasta experiencia en cómo formular, manufacturar y cuidar cosméticos que contengan frutas y vegetales (y siempre que nos es posible, que sean orgánicos). Hemos descubierto que usar la fruta o vegetal completo es infinitamente más beneficioso que aislar una propiedad y sacarla para añadirla a un producto cosmético e intentar recrear su función. En Lush minimizamos el uso de sintéticos y conservantes; de hecho el 65% de nuestros productos son auto-conservantes. Nos aseguramos además de usar solamente los conservantes más seguros y suaves que conocemos.

Creemos que los clientes tienen derecho a saber exactamente lo que contienen los productos que compran, y por eso nuestros ingredientes aparecen listados de forma cuantitativa en todas las etiquetas. Además, nuestros productos los pueden usar tanto vegetarianos como veganos; se indica claramente en la etiqueta para que el cliente pueda elegir cuál es el más apropiado para él.

Después de años almacenando conocimiento y experiencias y escuchando las necesidades de nuestros clientes, hemos creado una gama completa de productos cuidadosamente formulados que son frescos, efectivos, placenteros de usar… ¡y la mayor parte de ellos, divertidos!

Cuando se elaboran productos Lush:

  • Somos cuidadosos y obtenemos nuestros ingredientes de forma ética para asegurarnos la frescura y la calidad.
  • Se hacen a mano, con cuidado y atención, para así maximizar la calidad y minimizar los desperdicios.
  • Etiquetamos cada lote con honestidad, indicando la fecha y el nombre de la persona que lo elaboró; información transparente para los clientes.
  • Se fabrican a pedido, poquitas tandas y muy a menudo, para que así cuando lleguen a los clientes sigan realmente frescos.
  • No almacenamos grandes cantidades de ingredientes o pilas de productos; los sacamos de nuestras tiendas con rapidez y cuando aún están frescos.
  • Se controlan los desechos de fábrica; reducir y reciclar.

Para Lush hay cosas más importantes que una amplia fecha de frescura. La normativa de la industria establece que los productos cosméticos no fechados deben tener una vida útil de 2,5 años y, por lo tanto, requieren conservantes, estabilizadores, emulsionantes e ingredientes sintéticos para evitar que se estropeen. Lush se centra en todo lo contrario: creemos que añadir productos químicos es dañino para el cuerpo y para el medioambiente. Una amplia fecha de frescura puede ocasionar la pérdida de los beneficios activos de los ingredientes naturales y frescos.

No invertimos dinero en exceso de embalaje, publicidad, marketing caro o en instalaciones de almacenamiento para que los grandes accionistas obtengan beneficios a través de economías de escala. Al comprar un producto, el cliente de Lush paga por ingredientes de la más alta calidad -procedentes de fuentes éticas, y orgánicas siempre que sea posible– que se combinan en fórmulas elaboradas por expertos, hechas a mano y con mucho cariño.

La frescura es la base de lo que hacemos: ingredientes frescos, campañas frescas e ideas todavía más frescas. Tanto nos gusta esa palabra que la hemos incluido en nuestro nombre. En Lush no entendemos la cosmética de otra forma. Como diría Helen Ambrosen, inventora de productos y confundadora de Lush:

“Hacer las cosas de otra forma sería más fácil, pero dejaría de ser tan divertido”

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Nuestra política: Somos frescos, la frescura nos define.

Comerse una manzana recién arrancada de la rama de un árbol es sin duda lo más sano para tu cuerpo… Los cosméticos frescos y hechos a mano son muy parecidos a la comida en ese sentido: cuanto más frescos y recientes, más nutrientes aportan a tu piel. Los ingredientes frescos de calidad son mucho más nutritivos y reaccionan de una forma mucho más efectiva sobre la piel, el pelo y la mente que todos esos productos de belleza que, aunque duran mucho más, están llenos de conservantes. Los ingredientes en crudo y frescos que aún no se han descompuesto o han envejecido contienen propiedades ACTIVAS, especialmente las vitaminas, los minerales y las enzimas, que poseen maravillosos beneficios. Los aceites esenciales son además mucho más potentes y efectivos cuando han sido recién exprimidos de la planta o de la flor.

Por aquel entonces, los químicos sintéticos ganaban terreno a los ingredientes naturales y en Lush decidimos enfrentar estas “fórmulas milagrosas” de los 90. Desde ese momento no hemos dejado de hacerlo. Y no es para menos, la frescura de los productos es la esencia de la filosofía Lush.

En Lush llevamos muchos años trabajando con productos frescos y tenemos una vasta experiencia en cómo formular, manufacturar y cuidar cosméticos que contengan frutas y vegetales (y siempre que nos es posible, que sean orgánicos). Hemos descubierto que usar la fruta o vegetal completo es infinitamente más beneficioso que aislar una propiedad y sacarla para añadirla a un producto cosmético e intentar recrear su función. En Lush minimizamos el uso de sintéticos y conservantes; de hecho el 65% de nuestros productos son auto-conservantes. Nos aseguramos además de usar solamente los conservantes más seguros y suaves que conocemos.

Creemos que los clientes tienen derecho a saber exactamente lo que contienen los productos que compran, y por eso nuestros ingredientes aparecen listados de forma cuantitativa en todas las etiquetas. Además, nuestros productos los pueden usar tanto vegetarianos como veganos; se indica claramente en la etiqueta para que el cliente pueda elegir cuál es el más apropiado para él.

Después de años almacenando conocimiento y experiencias y escuchando las necesidades de nuestros clientes, hemos creado una gama completa de productos cuidadosamente formulados que son frescos, efectivos, placenteros de usar… ¡y la mayor parte de ellos, divertidos!

Cuando se elaboran productos Lush:

  • Somos cuidadosos y obtenemos nuestros ingredientes de forma ética para asegurarnos la frescura y la calidad.
  • Se hacen a mano, con cuidado y atención, para así maximizar la calidad y minimizar los desperdicios.
  • Etiquetamos cada lote con honestidad, indicando la fecha y el nombre de la persona que lo elaboró; información transparente para los clientes.
  • Se fabrican a pedido, poquitas tandas y muy a menudo, para que así cuando lleguen a los clientes sigan realmente frescos.
  • No almacenamos grandes cantidades de ingredientes o pilas de productos; los sacamos de nuestras tiendas con rapidez y cuando aún están frescos.
  • Se controlan los desechos de fábrica; reducir y reciclar.

Para Lush hay cosas más importantes que una amplia fecha de frescura. La normativa de la industria establece que los productos cosméticos no fechados deben tener una vida útil de 2,5 años y, por lo tanto, requieren conservantes, estabilizadores, emulsionantes e ingredientes sintéticos para evitar que se estropeen. Lush se centra en todo lo contrario: creemos que añadir productos químicos es dañino para el cuerpo y para el medioambiente. Una amplia fecha de frescura puede ocasionar la pérdida de los beneficios activos de los ingredientes naturales y frescos.

No invertimos dinero en exceso de embalaje, publicidad, marketing caro o en instalaciones de almacenamiento para que los grandes accionistas obtengan beneficios a través de economías de escala. Al comprar un producto, el cliente de Lush paga por ingredientes de la más alta calidad -procedentes de fuentes éticas, y orgánicas siempre que sea posible– que se combinan en fórmulas elaboradas por expertos, hechas a mano y con mucho cariño.

La frescura es la base de lo que hacemos: ingredientes frescos, campañas frescas e ideas todavía más frescas. Tanto nos gusta esa palabra que la hemos incluido en nuestro nombre. En Lush no entendemos la cosmética de otra forma. Como diría Helen Ambrosen, inventora de productos y confundadora de Lush:

“Hacer las cosas de otra forma sería más fácil, pero dejaría de ser tan divertido”

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