El interior es lo que cuenta. Sí, es fácil coincidir en eso, pero… ¿no debería lo de fuera contar también? Descubre el proceso que lleva a los Knot Wraps desde la planta de algodón hasta nuestras tiendas y puede que acabes pensando lo mismo.

Cumpleaños, bodas, exámenes importantes, celebraciones… de repente surge la oportunidad de hacer un regalo, pero te quedas pensando en la cantidad de desperdicios que genera el papel de envolver, los lazos, el celofán… por suerte, los Knot Wraps tienen algo que decir aquí. Y, para mayor suerte todavía, ¡estás en una tienda Lush! Puedes verlos en las paredes, llenos de color y adornados con atrevidos estampados. También los encuentras doblados de forma cuidadosa, envolviendo vistosos regalos, el resultado final es admirable, las cosas como son. Mientras piensas en cuál de todos elegir, te acercas a una de estas telas y lees la información de la etiqueta, está hecha de algodón… ¿de dónde vendrá?, te preguntas, ¿cuál será su historia y valores? las preguntas se agolpan en tu cabeza, son muchas: ¿dónde se ha cultivado este algodón? ¿han recibido los agricultores un salario justo? ¿cómo se ha elaborado el estampado?

La lista podría seguir y seguir hasta el infinito, pero vamos directamente a las respuestas.

Cultivos orgánicos

Ananbappa escarba con sus dedos suavemente en el cálido suelo que rodea a una planta de algodón orgánico y levanta un grueso terrón de tierra con docenas de lombrices rosadas que pronto comienzan a enterrarse hacia la seguridad que encuentran bajo la superficie. Su presencia es muy apreciada en el estado de Karnataka (India) porque significa que la tierra está sana, lo que no es tarea fácil con las sofocantes temperaturas que se registran aquí.

A diferencia de la mayoría de productores de algodón del país, Ananbappa prefiere prácticas orgánicas para cultivar su cosecha, optando por métodos que han existido durante siglos, en lugar de introducir variedades híbridas modificadas genéticamente que requieren grandes cantidades de pesticidas y fertilizantes, dañando así la tierra y la resistencia natural de un cultivo. En lugar de productos químicos nocivos, utiliza vermicompost casero, un compost orgánico producido por legiones de lombrices de tierra que convierten las sobras de alimentos en ricos nutrientes para abonar el suelo, una técnica que también ayuda a suprimir naturalmente las enfermedades de las plantas y mejora la retención de agua, algo que ha compartido con la comunidad local de agricultura ecológica. Dotados de esta nueva herramienta, los agricultores pueden reducir sus gastos generales y aumentar sus ganancias. Pero lo que es todavía más importante: el cultivo de algodón orgánico produce hasta un 94% menos de emisiones de gases de efecto invernadero.

La escasez de agua es otro problema que enfrentan los productores. El riego intensivo es demasiado caro y puede devastar un paisaje ya degradado, por lo que los productores de algodón orgánico, como la familia Dodaverabhdregowda, utilizan la topografía de la tierra en su favor. El desgastado suelo y la falta de obstáculos naturales hacen que la tierra sea incapaz de retener el agua, por lo que los Dodaverabhdregowdas agregaron hileras de rocas y estanques cada cuatro hectáreas, además de numerosas arboledas de robles plateados en la parcela familiar de casi 40 hectáreas para retener y ralentizar el flujo del agua que se acumula durante las lluvias monzónicas. Esto no solo será beneficioso para los agricultores y el éxito de su cosecha, sino también para el medioambiente y para los que viven en el entorno. De hecho, la iniciativa ha sido tan exitosa que la familia imparte ahora formación sobre agricultura orgánica, compartiendo sus conocimientos y experiencias para ayudar a mejorar las tierras de la India y las vidas de quienes trabajan y viven en ellas.

Artesanas empoderadas

El cultivo del algodón orgánico es solo una parte de la historia, pero ¿cómo se pasa de las fibras a los hilos y de los hilos a las atrevidas telas de divertidos diseños que puedes encontrar en las tiendas Lush? La respuesta es re-wrap, una empresa social fundada en 2002, que persigue el cambio social y ambiental, con sede en Mysore (India), que tiene el objetivo de empoderar a las costureras que elaboran los productos a mano, en un minucioso trabajo artesanal.

«La idea era empoderar a las mujeres, de zonas rurales en particular, que querían aprender una nueva habilidad para lograr independencia y tener una vida sostenible», dice Janjri Trivedi, la fundadora de re-wrap, que sigue la filosofía de reciclar, recuperar y reinventar.

«Pueden llevar con ellas la habilidad de coser dondequiera que vayan o hagan lo que hagan en la vida», añade Trivedi.

En 2009, re-wrap creó su propio centro de producción en Mysore, que comenzó con nueve mujeres. Gracias a este reducido número de artesanas pudieron capacitar primero a mujeres que se encontraban en situación de desventaja, empoderándolas y permitiéndoles ganar un salario justo y digno. Hoy en día la empresa cuenta con más de 250 artesanas, algunas de ellas tienen su propia máquina de coser, lo que les permite la flexibilidad de trabajar desde casa.

Las costureras tienen acceso a comida y snacks, y hay un tiempo programado para que puedan participar en la oración, practicar yoga y hacer estiramientos en grupo.

«El yoga beneficia la salud y el bienestar general», explica Kaamila Qazi, directora de operaciones de re-wrap, que añade: «En particular porque están sentadas en sus máquinas de coser durante gran parte del día y los estiramientos de yoga ayudan a mejorar la circulación sanguínea y la flexibilidad».

Además de tener acceso a importantes prestaciones, como una pensión y un seguro familiar, cada año se organiza una excursión a un lugar religioso o histórico escogido por las artesanas.

«Las animamos a que traigan a toda su familia, incluidos los niños, y se van durante tres o cuatro días. Les permite conectar, socializar y expresarse con libertad», explica Janjri.

Durante la fabricación del Knot Wrap, hay elementos hechos a mano en cada paso, aquí no hay nada que se le parezca a la moda rápida, incluyendo la fase en la que se imprimen los coloridos diseños.

«Trabajamos con impresores locales que imprimen a mano cada color para producir diseños multicolores», dice Kaamila.

Como proveedora certificada por GOTS (Global Organic Textile Standard) y WFTO (World Fair Trade Organization), re-wrap se adhiere a estrictos procedimientos orgánicos a lo largo de toda su cadena de suministro, lo que incluye el uso de colorantes sin azoicos. Los colorantes azoicos, que producen una amplia paleta de colores brillantes que no se pierden tan fácilmente en los lavados, se pueden utilizar para teñir telas a temperaturas más bajas, por lo que son los más utilizados en la industria textil. Sin embargo, se ha descubierto que cerca de un 5% de los colorantes azoicos se descomponen hasta formar compuestos conocidos como aminas aromáticas, un subproducto cancerígeno que puede afectar gravemente al medioambiente. Esto no solo daña la vida acuática que vive en el medio donde se libera, sino también a la totalidad del ecosistema y, por extensión, al ciclo del agua del que depende toda la vida en este planeta. Además, también se ha encontrado una relación entre ciertos tipos de cáncer, como el de vejiga e hígado, y los colorantes azoicos, que entran en contacto con el cuerpo a través de la piel, lo que supone un peligro para quienes los manipulan durante la producción y para quienes utilizan el producto acabado, ya que el sudor puede hacer que los colorantes peligrosos abandonen la tela y penetren en la piel. En el lado opuesto, re-wrap asegura cero residuos químicos en todos sus productos.

Esta empresa social no sólo empodera a mujeres, sino que también busca apoyar a los productores locales. Además de trabajar exclusivamente con agricultores que producen algodón 100% orgánico, re-wrap ofrece prefinanciación a los agricultores que necesitan una inyección de efectivo para comenzar o para hacer la transición a los métodos orgánicos, rompiendo así su dependencia hacia los prestamistas a los que luego tienen que pagar altos intereses. Según la empresa, desde que estos agricultores han transformado sus métodos ha habido una disminución en el número de abortos espontáneos y un aumento en la asistencia escolar de los hijos de los agricultores.

Detrás de cada producto Lush hay una historia que contar y en ocasiones, como ocurre con los Knot Wraps, hay varias, tantas como colores tienen estas telas reutilizables.

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Los Knot Wraps: desde la planta de algodón hasta las tiendas

Cumpleaños, bodas, exámenes importantes, celebraciones… de repente surge la oportunidad de hacer un regalo, pero te quedas pensando en la cantidad de desperdicios que genera el papel de envolver, los lazos, el celofán… por suerte, los Knot Wraps tienen algo que decir aquí. Y, para mayor suerte todavía, ¡estás en una tienda Lush! Puedes verlos en las paredes, llenos de color y adornados con atrevidos estampados. También los encuentras doblados de forma cuidadosa, envolviendo vistosos regalos, el resultado final es admirable, las cosas como son. Mientras piensas en cuál de todos elegir, te acercas a una de estas telas y lees la información de la etiqueta, está hecha de algodón… ¿de dónde vendrá?, te preguntas, ¿cuál será su historia y valores? las preguntas se agolpan en tu cabeza, son muchas: ¿dónde se ha cultivado este algodón? ¿han recibido los agricultores un salario justo? ¿cómo se ha elaborado el estampado?

La lista podría seguir y seguir hasta el infinito, pero vamos directamente a las respuestas.

Cultivos orgánicos

Ananbappa escarba con sus dedos suavemente en el cálido suelo que rodea a una planta de algodón orgánico y levanta un grueso terrón de tierra con docenas de lombrices rosadas que pronto comienzan a enterrarse hacia la seguridad que encuentran bajo la superficie. Su presencia es muy apreciada en el estado de Karnataka (India) porque significa que la tierra está sana, lo que no es tarea fácil con las sofocantes temperaturas que se registran aquí.

A diferencia de la mayoría de productores de algodón del país, Ananbappa prefiere prácticas orgánicas para cultivar su cosecha, optando por métodos que han existido durante siglos, en lugar de introducir variedades híbridas modificadas genéticamente que requieren grandes cantidades de pesticidas y fertilizantes, dañando así la tierra y la resistencia natural de un cultivo. En lugar de productos químicos nocivos, utiliza vermicompost casero, un compost orgánico producido por legiones de lombrices de tierra que convierten las sobras de alimentos en ricos nutrientes para abonar el suelo, una técnica que también ayuda a suprimir naturalmente las enfermedades de las plantas y mejora la retención de agua, algo que ha compartido con la comunidad local de agricultura ecológica. Dotados de esta nueva herramienta, los agricultores pueden reducir sus gastos generales y aumentar sus ganancias. Pero lo que es todavía más importante: el cultivo de algodón orgánico produce hasta un 94% menos de emisiones de gases de efecto invernadero.

La escasez de agua es otro problema que enfrentan los productores. El riego intensivo es demasiado caro y puede devastar un paisaje ya degradado, por lo que los productores de algodón orgánico, como la familia Dodaverabhdregowda, utilizan la topografía de la tierra en su favor. El desgastado suelo y la falta de obstáculos naturales hacen que la tierra sea incapaz de retener el agua, por lo que los Dodaverabhdregowdas agregaron hileras de rocas y estanques cada cuatro hectáreas, además de numerosas arboledas de robles plateados en la parcela familiar de casi 40 hectáreas para retener y ralentizar el flujo del agua que se acumula durante las lluvias monzónicas. Esto no solo será beneficioso para los agricultores y el éxito de su cosecha, sino también para el medioambiente y para los que viven en el entorno. De hecho, la iniciativa ha sido tan exitosa que la familia imparte ahora formación sobre agricultura orgánica, compartiendo sus conocimientos y experiencias para ayudar a mejorar las tierras de la India y las vidas de quienes trabajan y viven en ellas.

Artesanas empoderadas

El cultivo del algodón orgánico es solo una parte de la historia, pero ¿cómo se pasa de las fibras a los hilos y de los hilos a las atrevidas telas de divertidos diseños que puedes encontrar en las tiendas Lush? La respuesta es re-wrap, una empresa social fundada en 2002, que persigue el cambio social y ambiental, con sede en Mysore (India), que tiene el objetivo de empoderar a las costureras que elaboran los productos a mano, en un minucioso trabajo artesanal.

«La idea era empoderar a las mujeres, de zonas rurales en particular, que querían aprender una nueva habilidad para lograr independencia y tener una vida sostenible», dice Janjri Trivedi, la fundadora de re-wrap, que sigue la filosofía de reciclar, recuperar y reinventar.

«Pueden llevar con ellas la habilidad de coser dondequiera que vayan o hagan lo que hagan en la vida», añade Trivedi.

En 2009, re-wrap creó su propio centro de producción en Mysore, que comenzó con nueve mujeres. Gracias a este reducido número de artesanas pudieron capacitar primero a mujeres que se encontraban en situación de desventaja, empoderándolas y permitiéndoles ganar un salario justo y digno. Hoy en día la empresa cuenta con más de 250 artesanas, algunas de ellas tienen su propia máquina de coser, lo que les permite la flexibilidad de trabajar desde casa.

Las costureras tienen acceso a comida y snacks, y hay un tiempo programado para que puedan participar en la oración, practicar yoga y hacer estiramientos en grupo.

«El yoga beneficia la salud y el bienestar general», explica Kaamila Qazi, directora de operaciones de re-wrap, que añade: «En particular porque están sentadas en sus máquinas de coser durante gran parte del día y los estiramientos de yoga ayudan a mejorar la circulación sanguínea y la flexibilidad».

Además de tener acceso a importantes prestaciones, como una pensión y un seguro familiar, cada año se organiza una excursión a un lugar religioso o histórico escogido por las artesanas.

«Las animamos a que traigan a toda su familia, incluidos los niños, y se van durante tres o cuatro días. Les permite conectar, socializar y expresarse con libertad», explica Janjri.

Durante la fabricación del Knot Wrap, hay elementos hechos a mano en cada paso, aquí no hay nada que se le parezca a la moda rápida, incluyendo la fase en la que se imprimen los coloridos diseños.

«Trabajamos con impresores locales que imprimen a mano cada color para producir diseños multicolores», dice Kaamila.

Como proveedora certificada por GOTS (Global Organic Textile Standard) y WFTO (World Fair Trade Organization), re-wrap se adhiere a estrictos procedimientos orgánicos a lo largo de toda su cadena de suministro, lo que incluye el uso de colorantes sin azoicos. Los colorantes azoicos, que producen una amplia paleta de colores brillantes que no se pierden tan fácilmente en los lavados, se pueden utilizar para teñir telas a temperaturas más bajas, por lo que son los más utilizados en la industria textil. Sin embargo, se ha descubierto que cerca de un 5% de los colorantes azoicos se descomponen hasta formar compuestos conocidos como aminas aromáticas, un subproducto cancerígeno que puede afectar gravemente al medioambiente. Esto no solo daña la vida acuática que vive en el medio donde se libera, sino también a la totalidad del ecosistema y, por extensión, al ciclo del agua del que depende toda la vida en este planeta. Además, también se ha encontrado una relación entre ciertos tipos de cáncer, como el de vejiga e hígado, y los colorantes azoicos, que entran en contacto con el cuerpo a través de la piel, lo que supone un peligro para quienes los manipulan durante la producción y para quienes utilizan el producto acabado, ya que el sudor puede hacer que los colorantes peligrosos abandonen la tela y penetren en la piel. En el lado opuesto, re-wrap asegura cero residuos químicos en todos sus productos.

Esta empresa social no sólo empodera a mujeres, sino que también busca apoyar a los productores locales. Además de trabajar exclusivamente con agricultores que producen algodón 100% orgánico, re-wrap ofrece prefinanciación a los agricultores que necesitan una inyección de efectivo para comenzar o para hacer la transición a los métodos orgánicos, rompiendo así su dependencia hacia los prestamistas a los que luego tienen que pagar altos intereses. Según la empresa, desde que estos agricultores han transformado sus métodos ha habido una disminución en el número de abortos espontáneos y un aumento en la asistencia escolar de los hijos de los agricultores.

Detrás de cada producto Lush hay una historia que contar y en ocasiones, como ocurre con los Knot Wraps, hay varias, tantas como colores tienen estas telas reutilizables.

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